Construyendo la felicidad
Construyendo la felicidad
La felicidad es un concepto fuertemente relacionado con el bienestar: hay relaciones positivas entre la felicidad y varias medidas que hablan del buen estado mental de un individuo, como en la autoestima, la autoeficacia y el optimismo (Sibel Demirtas, 2020). Con el fin de promover la búsqueda de la felicidad y el bienestar en la comunidad Rosarista, se revisarán los conceptos claves, y se darán algunas sugerencias para alcanzar estas metas.
Se ha tratado de operacionalizar y definir la felicidad de muchas formas, por un lado podría ser interpretada como la abundancia de experiencias subjetivas placenteras, y por otro el sentimiento de realización y crecimiento personal (Sibel Demirtas, 2020). Dentro de esta abundancia teórica, se ha llegado al consenso de que la felicidad puede ser dividida en 3 factores: la frecuencia y el grado en que se tiene la experiencia de afecto positivo, el nivel de satisfacción en un periodo de tiempo, y la ausencia de sentimientos de afecto negativo (Sibel Demirtas, 2020). Estos factores influyen en la manera en que las personas comprenden el sentimiento de felicidad que acompaña a la felicidad, y les ayuda a determinar en qué grado se sienten a gusto con su situación actual o no (Sibel Demirtas, 2020).
Yendo más allá de su definición, se sabe que la felicidad está fuertemente asociada con las conductas que se realizan y a las percepciones que se tienen sobre las conductas realizadas; la felicidad no sólo se percibe con estar bien, sino como el poder hacer cosas significativas para la propia persona (López-Walle et al., 2020).
Ahora bien, con “hacer cosas significativas” no sólo se está haciendo referencia a alcanzar grandes logros profesionales, obtener reconocimientos mundiales u otras cosas por el estilo. Las personas pueden llevar a cabo conductas satisfactorias que a simple vista pueden parecer insignificantes, como la realización de actividad física, que se ha demostrado que es útil para no sólo aumentar la felicidad percibida, sino que también dicha felicidad percibida está conectada al hecho de que se tiene control sobre las propias acciones (López-Walle et al., 2020).
Este método para obtener la felicidad es un tanto laborioso y puede resultar difícil para la población en general, más aún en la población joven que puede que aún no haya desarrollado estrategias de búsqueda de felicidad adecuada. En la investigación de Torres-Deik et al. (2014), se menciona que conductas como el consumo de alcohol o la ingesta de grandes cantidades de alimentos azucarados están relacionados con una sensación de felicidad más pobre a largo plazo. Estos mismos autores señalan que actividades que estén relacionadas con el fortalecimiento y la interacción con redes de apoyo, y la búsqueda y el alcance de metas personales son conductas fuertemente relacionadas con la felicidad.
La capacidad para adaptarse a los cambios de vida es un buen indicador para predecir el nivel de felicidad de la población universitaria (Sibel Demirtas, 2020) lo cual puede traer la idea de que la felicidad no es un estado estático o pasivo, que viene y se va sin mucho control por parte de las personas, sino que se presenta como un resultado directo de las acciones y capacidades de las personas. La felicidad se puede alcanzar día a día con la realización de conductas constantes y significativas para cada individuo.
Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, se compagina con el trabajo realizado por la psicóloga e investigadora Sonja Lyubomirsky, quien ha venido realizando investigaciones por más de 20 años con la finalidad de encontrar los factores que nos pueden hacer más felices, dichos factores los nombra en su libro la “ciencia de la felicidad” y se listan a continuación:
- Expresa gratitud: En esta primera actividad Lyubomirsky (2008), menciona que la gratitud es un sentimiento de agradecimiento y apreciación por la vida, que ayuda a identificar las experiencias positivas, reforzar la autoestima y el amor propio. Para poder desarrollar esta actividad, propone llevar un diario de gratitud en donde se registren todas aquellas cosas o personas por las que se está agradecido o simplemente expresarlo directamente a la persona en cuestión.
- Cultiva el optimismo: Cuando la autora hace referencia al optimismo, habla de la interpretación del mundo desde una perspectiva más positiva y generosa, por lo cual sugiere la creación de “el diario del mejor yo posible”, aquí se debe visualizar y escribir sobre un futuro en el que todo salga como se quiere. Este ejercicio está basado en las investigaciones realizadas por King (2007), quien menciona que este tipo de actividades ayuda a la construcción del mejor “yo” posible para que dicho futuro se vuelva realidad.
- Evita pensar demasiado: En esta sección se menciona que en la actualidad es muy común dar demasiadas vueltas a las cosas (problemas, pensamientos, las causas y consecuencias de estos) de forma excesiva e innecesaria. La investigadora Susan Nolen Hoekseman menciona que mantener este flujo de pensamientos mantiene los síntomas depresivos, por lo cual en esta actividad se plantea la identificación de preocupaciones o problemas y actuar para resolverlos.
- Practica la amabilidad: Según estudios realizados por Lyubomirsky (2008), la práctica de actos generosos y atentos en al menos un día a la semana incrementó el nivel de felicidad. Por tal motivo, invita a la implementación de dichas actividades en la vida cotidiana.
- Cuida de las relaciones sociales: En esta sección se promueve el cultivar y fortalecer las relaciones sociales por medio del tiempo de calidad, la comunicación asertiva, la manifestación de apoyo y lealtad, las expresiones de cuidado y afecto, ya que se ha demostrado que dichas actividades impactan positivamente los niveles de felicidad en las personas que los practican con regularidad.
- Desarrolla estrategias de afrontamiento: En esta actividad, la autora define el afrontamiento como las estrategias que se emplean para aliviar el dolor o estrés provocado por un acontecimiento negativo. Para poder llevar a cabo un afrontamiento adaptativo, propone actividades como la búsqueda del sentido mediante la escritura expresiva o la conversación, y afrontamiento del problema a través del cuestionamiento de pensamientos pesimistas.
- Aprende a perdonar: Se menciona que estudios según estudios realizados por Lyubomirsky (2008), las personas que hacían el ejercicio de perdonar reportaron una disminución significativa de sus emociones negativas, así como un aumento en su autoestima. Por tal motivo, se sugieren actividades para aprender a perdonar, escribir una carta de perdón, apreciar el ser perdonado y la muestra de empatía y de cierta bondad con el transgresor.
- Comprométete con tus objetivos: Se resalta la importancia de la elección adecuada de objetivos que cumplan con características como la flexibilidad, que sean alcanzables y que estén en armonía con el resto de los objetivos personales, para que así se favorezca el compromiso y el esfuerzo para su cumplimiento.
- Ocúpate de tu cuerpo: Para esta actividad, se pone especial énfasis en la práctica recurrente de actividad física, meditación y de expresiones que favorezcan la felicidad (como sonreír, platicar y expresar emociones), ya que esto no solo incrementa los niveles de felicidad de forma inmediata, sino que la mantiene a largo plazo.
- Identifica las alegrías de la vida: En esta última actividad, se propone la generación de pensamientos o comportamientos que promuevan e intensifiquen el placer. Esto se puede llevar a cabo por medio de la apreciación de experiencias comunes como disfrutar y rememorar con familiares o amigos, festejar las buenas noticias, permanecer abierto a experiencias y sentimientos positivos.
Finalmente, cabe resaltar que, si bien para cada persona la construcción de la felicidad es distinta, estas actividades proponen una guía general que debe practicarse con regularidad, incluso cuando las circunstancias parecen no tan favorables para la generación de sensaciones de bienestar. Recuerda que la clave está en la constancia con la que se realicen.
Referencias
- King, L. A., & Hicks, J. A. (2007). Whatever happened to “what might have been”? Regret, happiness, and maturity. American Psychologist,62, 625-636.
- López-Walle, J. M., Tristán Rodríguez, J. L., Tomás Marcos, I., Gallegos-Guajardo, J., Gongora, E., & Hernández Pozo, M. del R. (2020). Estrés percibido y felicidad auténtica a través del nivel de actividad física en jóvenes universitarios. Cuadernos de Psicología Del Deporte, 20(2), 265–275. https://doi-org.ez.urosario.edu.co/10.6018/cpd.358601
- Lyubomirsky, S. (2008). La ciencia de la felicidad: un método probado para conseguir el bienestar. Ediciones Urano, Barcelona.
- Nolen-hoeksema, S., Lyubomirsky, S., Layous, K., Chancellor, J., & Nelson, S. K. (2015). Thinking About Rumination : The Scholarly Contributions and Intellectual Legacy of. https://doi.org/10.1146/annurev-clinpsy-032814-112733
- Sibel Demirtas, A. (2020). Optimism and happiness in undergraduate students: cognitive flexibility and adjustment to university life as mediators. Anales de Psicología, 36(2), 320–329. https://doi-org.ez.urosario.edu.co/10.6018/analesps.381181
- Torres Deik, M., Moyano Díaz, E., & Páez Rovira, D. (2014). Comportamiento juvenil universitario en busca de la felicidad: su caracterización y su eficacia. Universitas Psychologica [Edición Electrónica], 13(4), 1419–1428.